Rayos X
1. Celebramos el Día de las Madres con 12 historias de mujeres que se convirtieron en abuelas siendo muy jóvenes.
2. Ellas rompen con el estereotipo de la típica abuelita y posaron divertidas en una sesión con aires rockanroleros.
3. Carly Banegas realizó las fotos.
Celebramos el Día de las Madres rindiéndole homenaje a todas aquellas mujeres trabajadoras, inteligentes y jóvenes que son abuelas, aunque su apariencia diga todo lo contrario.
En esta edición especial, nos comparten sus historias doce conocidas damas que posaron con sus nietos en una divertida sesión fotográfica con aires vintage y rockanroleros frente al lente de Carly Banegas. Algunas de ellas decidieron ser madres muy jóvenes y de igual modo sus hijos, convirtiéndolas en abuelas jóvenes y bellas. Nuestras entrevistadas nos demuestran que tener un nieto no tiene por qué significar ser la típica abuelita que cose o teje, o de que este rol es para una mujer de avanzada edad. A ellas la vida las sorprendió trayéndoles un nieto o nieta siendo aún jóvenes para el estereotipo pero esto ha sido un motivo más para ser felices, porque convertirse en abuelas las empujó a vivir una segunda maternidad en sus vidas.
Si bien no culminaron su labor de madres, ahora también se dedican a acompañar y apoyar a los hijos pero disfrutando desde otra perspectiva, con mucha ilusión y esperanza. Ellas saben que ser abuela es convertirse en mamá por segunda vez, pero también son conscientes de que no tienen tantas responsabilidades, ahora complacer y adular al nieto es lo principal.
Nuestras entrevistadas nos dejan en claro que ser abuela a los 40 o 50 años trae muchas satisfacciones. La principal es que tienen la juventud y vitalidad necesarias para disfrutar de sus actividade, familia y de sus pequeños nietos a quienes les siguen todos los pasos.
Son mujeres que se mantienen activas, trabajando y haciendo su vida normal pero disfrutando de la alegría y ternura que trae un nuevo niño a sus casas. Por eso celebramos con ellas el privilegio de ser madres por segunda vez. ¡Feliz día de las madres!

Se convirtió en abuela de su primera nieta Valentina a los 41 años, un año después nuevamente fue abuela con la llegada de Natalia. Recuerda que la primera reacción que tuvo fue de sorpresa total. “¡Casi me da un infarto! Fueron sentimientos encontrados, ni en mi sueños se me cruzo ser abuela tan pront,o pero en el fondo sentí una ternura única ”, confiesa con total sinceridad. Pero con el pasar de los meses, cuando la pequeña nació y finalmente la tuvo en sus brazos, se dio cuenta que después de ser madre, la llegada de un nieto es la mayor bendición. “Es un amor más que especial…es inmenso y puro”.
Ella dice que si ser madre se caracteriza por cambiarle la vida de cualquier mujer, por todas las responsabilidades que implica; ser abuela es mimar y amar sin medida a esa personita que no trajiste al mundo. Hoy en día, disfruta a sus nietas al máximo, con su dulzura y también sus travesuras. “No existe la madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre”.

Hace ocho meses que nació la pequeña Julieta, convirtiendo a Mónica Aponte en una abuela de 47 años que está viviendo una de las experiencias más lindas de su vida. Nuestra entrevistada nos cuenta que cuando le dieron la noticia de que iba a ser abuela, vinieron como avalancha mil cosas a su mente, pero principalmente se sintió feliz por lo bendecida que es junto a su familia, porque lo positivo siempre es más fuerte que todo.
Ella fue madre muy joven y aprovechó de disfrutar mucho a sus hijos. Ahora disfruta de su nieta tratando de vivir con ella cada picardía y cada cambio que hay a diario.
“Ser abuela es lo más bello que podemos experimentar, es la continuación del amor a tus hijos con muchas emociones y sin tantas responsabilidades”, dice. Mónica disfruta mucho de esta etapa ayudando, aconsejando y chocheando sin límites con su nieta a quien trata de ver todos los días. “Si no viene, trato de pasar aunque sean 10 minutos a verla”, dice.

Hace dos años llegó a su vida la pequeña Isabella Kinn Flores convirtiéndola en abuela a sus 36 años. Ahora esta mujer que es gerente administrativa de Cosmopiel cambió para bien y disfruta del sentimiento de ser abuela.
“Dios me bendijo al ser abuela tan joven, es un sentimiento maravilloso ya que más que su abuela soy su mami”, dice.
Ella es feliz con su pequeña con quien está reviviendo la maternidad, aunque de una manera más especial porque considera que no hay nada como ser abuela. Verónica comparte con su nieta aunque sea un momento todos los días, pero especialmente, los domingos, cuando se reúne toda la familia y tiene más tiempo para compartir con la bella bebé.
“Estoy orgullosa de muchas cosas en mi vida y doy gracias a Dios por haberme dado a la madre que tuve, por ser madre y por ser abuela”.

Aunque no lo parezca, esta joven y destacada profesional tiene un nieto de 2 años y medio. Ella nos dice que nunca olvidará el momento en que se enteró que sería abuela. “Es una noticia que impactará en nuestras vidas de manera positiva y cambiará el foco de nuestras prioridades, pero yo ya la veía venir, mi hija siempre desde muy joven me manifestó las ganas que tenía de ser mamá a lo mejor porque ella es hija única y su deseo es tener más de tres hijos”, cuenta. Para Lissy ser una abuela joven favorece el hecho de tener la vitalidad para estar presente de una manera más activa contribuyendo así, a la formación y crecimiento de su nieto. “Si el ser abuela te cambia gran parte de tu vida pero desde una actitud y vivencia más relajada y sólida”. La “abuelitud” (como dice ella) es la expresión de amor más pura y generosa que una mujer puede experimentar. Con una apretada agenda, ella intenta coordinar sus horarios para pasar tiempo con su nieto mientras su hija está en la universidad o trabajando, además cada fin de semana, tienen una pijamada y un día entero de aventuras.

Ser abuela por primera vez desata una ola de conmoción y nuevos sentimientos. La llegada de ese nuevo miembro de la familia es, sin duda, una de las alegrías más grandes. Así lo vivió Ana Patricia Ortíz de Ortíz que hace tres años se convirtió en abuela a sus 42 años con el nacimiento de su nieto Roberto Ortíz.
“Ser abuela joven es una bendición ya que podemos disfrutar y compartir con ellos tiempos maravillosos de su crecimiento”, dice. Para ella esta nueva etapa es una experiencia increíble por la sabiduría que da a nuestras vidas.
“No hay nada más hermoso que poder aportar en el conocimiento y aprendizaje de este nuevo ser humano. La relación con mi nieto es de una locura el uno por el otro por eso disfruto todo el tiempo que pasamos juntos”, dice esta mujer que se siente que ser madre y abuela es un regalo de Dios.

A los 42 años se convirtió en abuela del pequeño Eduardito Suárez y desde entonces tiene un nuevo motivo para ser feliz. “Él es el postre de mi vida. No hay nada como “abuelear”, inventarse juegos, crear, hacer cosas de niños, reírse mucho, ser ocurrente, escuchar sus palabras nuevas y descubrir lo bello que es la vida con sus caras y expresiones”, dice. Para Lesly, ser abuela es la prolongación de la vida, del amor que pasa del hijo al nieto, pero con una intensidad increíble. “Dios es muy sabio al darnos ese privilegio de seguir amando con un ingrediente de locura infinita”. Ella comparte con su nieto dos veces por semana y le saca el jugo a las horas que pasa con él.
“Hago cosas que jamás pensé hacer a mi edad, mis energías se duplican al robarle sonrisas y aventuras”, cuenta. Ella asegura que cada madre tiene su propia capa y sus propios poderes que utilizan movidas por el amor.

Se convirtió en abuela a sus 43 años, hace dos años y seis meses. La llegada de su nieta Ana Sofía Ramos Spitz le dio el titulo de abuela joven, algo que a ella le encanta aunque muchas veces la confundan con la mamá de la niña. Ella se enteró que iba ser abuela, cuando su hija tenía cuatro meses de gestación. “Al principio quede en shock , pues quería que María Laura, disfrute un poco más su matrimonio sin hijos. Pero después me emocioné y empecé a chochear con la llegada de la bebé”.
Como buena madre, esta abuela tiene muchos consejos, trucos y anécdotas para cuidar a su nieta. También es de las que cree que los padres son para criar y los abuelos para consentir, para dar abrazos y consuelo. “Lo mejor de ser abuela es que la puedo adular y malcriar, y cuando se ponen muy llorona, la devuelvo a sus papás”, confiesa.
La parte dura es que su nieta vive en Florida, Estados Unidos por eso intenta ir a visitarla tres veces por año y cuando mucho la extrañan, ella viene a visitarlos.

Está hermosa mujer es madre de la modelo magnífica, María Ingrid Aguilera que hace once meses la convirtió en abuela primeriza. El nacimiento del pequeño Nicolás Vaca Diez revolucionó la vida de esta familia para bien, su llegada llenó de alegría el hogar que ahora es más bendecido con este nuevo ser. Ingrid, nos cuenta que siempre soñó con el momento en que se convertiría en abuela, por eso, cuando sucedió pensó: “Llegó mi compañero o mi compañera”. Ahora disfruta de Niquito, como le dice, a cada segundo; incluso no le pesa dejar de lado acontecimientos sociales con tal de quedarse en casa a cuidarlo, más ahora que su hija María Ingrid está en la universidad. “La apoyo en todo lo que sea el cuidado de mi nieto, que es un tesoro muy grande”, dice. En el día en que se celebra a la reina del hogar, nuestra entrevistada nos dice que si ser madre es una bendición, ser abuela lo es más aun y aconseja a todas las mujeres encomendarse la Madre Santa María para recibir su bendición.

Hace ocho meses nació su primera nieta Agustina Méndizabal Suárez, llenando su vida de emoción al sentir la presencia de un nuevo ser que alegra la casa y a toda la familia. Anteriormente, la noticia deser abuela fue una verdadera sorpresa que asimiló muy rápido convirtiéndose en deseos de conocer a la pequeña. Ahora se considera una abuela muy afortunada porque tiene el tiempo necesario para dedicarle a su nieta todos los días. “Soy muy feliz de ver todos los días a mi nieta, disfruto de verla descubrir y apreender cosas nuevas”, dice Cinthya. Para ella el mayor regalo de madre y una abuela, es disfrutar de sus hijos el tiempo que puedan, porque los años pasan muy rápido y los hijos dejan el nido. “Trato de disfrutar de mi nieta y mi familia al máximo. Soy la abuela más feliz del mundo”, dice.

Con la sonrisa a flor de piel, Fabiola Leigue nos cuenta que convertirse en abuela por primera vez, fue una de las alegrías más grande de su vida.
Hace un año y dos meses que llegó a este mundo la pequeña Olivia Abastoflor Landívar, hija de su hija y la experiencia ha sido más que enriquecedora. “Mi corazón explotó de emoción de saber que llegaría un pedacito de mí a través de Laura Fabiola, con quien nos estrenamos como papás hace 26 años”, dice y agrega que lo mejor de ser abuela es disfrutar, consentir, amar sin límites y saber que Olivia cuenta con otra mamá en cada momento.
“Con mi nieta comparto tanta emociones y momentos únicos que me hacen sentir inmensamente bendecida”. Para ella, lo más importante este Día de la Madre es poder abrazar a su amada mamá e hija que se convirtieron con Olivia en bisabuela y en madre por primera vez. “A ellas y a todas las mamás las felicito por regalar la vida”.

Esta joven mujer es abuela de un sólo y hermoso nieto, que es la alegría de su familia. Hace un año y cinco meses se convirtió en abuela y con este hecho, descubrió una hermosa forma de amar y tener la oportunidad de disfrutar de una extensión de su persona.
Cuando se enteró de la noticia de la llegada de su nieto, fue una verdadera sorpresa y algo inesperado, sin embargo, sabía que tendría un nuevo y divertido rol por delante. Si bien ser madre le cambia la vida para siempre a toda mujer, ser abuela es una experiencia maravillosa que le ha permitido descubrir una faceta más paciente y relajada.
“Lo mejor de ser abuela es la alegría que produce disfrutar de las ocurrencias y travesuras de mi nieto. Siento que vuelvo a revivir la infancia de mi hija”, nos dice Elizabeth que comparte a diario con su nieto y disfruta que lo acompañe a todos lados.

Radiante y llena de vida, Eliana Ribera hace poco se convirtió en una joven abuela y esa felicidad se repetirá nuevamente este año cuando nazca su segundo nieto que viene en camino. Para ella ser abuela de la pequeña Martina, la ha hecho sentirse mucho mejor, tanto que la considera el complemento de su vida.
“Disfruto mucho de pasar tiempo con ella y me siento viajar a otra dimensión gracias a toda su ternura e inocencia”, dice.
Comparte con su nieta con bastante frecuencia y está siempre dispuesta a cuidarla cuando su hija Mariela necesita su ayuda. “Con mi nieta nos lavamos los dientes juntas y hasta nos ponemos la cartera para salir a la calle…Muero de amor con mi Martina”, dice.
Este Día de las Madres, Eliana agradece a Dios por el regalo de ser abuela y felicita a su propia hija, Mariela Velez Ocampo por ser una madre ejemplar y haberle dado ese pedacito de amor llamado Martina.

Romina Landívar rescata animales de la calle y no tolera a la gente que es indiferente al dolor o sufrimiento de un animal. Tiene una conexión especial con sus mininos y afirma que “Dios hizo al gato para ofrecerle al hombre el privilegio de acariciar un tigre”.
Mis mascotas
Tengo dos gatitos rescatados, Coco y Nikita. Me gustan todos los animales, pero en el caso de los gatos, me fascina su inteligencia y astucia.
Sensibles
Los gatos son extremadamente sensibles y perceptivos, ellos conocen y perciben nuestro estado de ánimo, son muy compañeros y hasta son capaces de consolarnos en situaciones difíciles.
Mis cuidados
Mis gatos no son de raza, pero un buen alimento, mucho amor y la calidad de tiempo, se reflejan en un buen estado físico y en la belleza del pelaje. Desparacitarlos con un buen producto como Broadline es fundamental.
Alimentos
Young Male y Young Female
Son alimentos para gatos machos castrados y gatas castradas, que ayudan a mantenerlos en estado óptimo de salud. Promueven el desarrollo de la orina diluida, ayudando a prevenir la formación de cálculos urinarios. Además, contribuyen a limitar el aumento de peso por su elevado y adecuado contenido proteico.

Tres generaciones
Tres generaciones en una foto. La diseñadora Kathia Suárez Villavicencio feliz mostrando su descendencia con su abuelita Martha Ibañez.
Inseparables
Abuela, madre y nieta. Tres generaciones de bellas mujeres: Alejandra Dorado (medio) con su mamá y su “mami” Betty.
Las aduladas
Felices con su abuelita. Maria Fernanda y Maria Patricia Aponte Roda, con su amada nona, Maria Dolores Pedraza de Aponte.
De tal palo, tal astilla
Compartiendo con la abuela. Las tres hermanas Jessen: Andrea, Olivia y Johana con su abuela “Mutti” de quien heredaron su belleza.
Compinches
Amantes de la moda. Erikita Suárez con su abuelita Sonia Antelo de quien heredó su gusto por la moda y el buen vestir.
Felices
Compartiendo uno de sus tanto momentos juntas. Daniela Roca con su abuelita Melva Arias, disfrutan mucho juntas.